Tras los sucesos que pudimos ver
en “Capitán América: Civil War” iba a ser difícil imaginarse cómo Marvel se las
apañaría para continuar con el hilo argumental que se empezó a narrar con la primera película de “Iron Man” y que
terminó prácticamente cerrado con la última entrega de los hermanos Russo.
“Doctor Strange” da con la clave
perfecta para seguir con un universo cinematográfico que sigue y sigue año
tras año y que para nada cansa. Bueno…a no ser que hablemos de
cierta tercera película cuyo villano resultó ser un farsante y un actor…
Pero… ¿me permiten un consejo?
Olviden todo cuanto creen saber. Porque “Doctor Strange” rompe los moldes a los
que estamos acostumbrados. Nuestro mundo, nuestro universo, se queda corto para
lo que la historia de Stephen Strange quiere y desea mostrar.
Ya deberíamos estar habituados al estreno de películas de superhéroes, ¿verdad? Al fin y al cabo, son
taquilleras, tienen un reparto de lujo, son visualmente atractivas, y fíjate tú
por dónde…suelen ser un buen reflejo de los cómics en general.
Aunque dónde falla varias veces esta
película es en los momentos de humor, los cuales se muestran tremendamente
excesivos en algunos momentos. Es cierto que las películas de Marvel se diferencian
de las de DC Comics por las bromas desenfadadas que presentan, pero esperaba
que en “Doctor Strange” no se abusara de esta característica. Me equivoqué. Y
fruto de ello ha generado en mi valoración final de esta película que pase de
perfecta, de sobresaliente, a una notable.
No esperéis la seriedad que pudimos
ver en “The Winter Soldier”, porque os vais a llevar una decepción.
Pero no nos engañemos por este
único aspecto negativo; la película protagonizada por Benedict Cumberbatch
brilla por méritos propios precisamente ¡por su actor principal! Le hemos visto
como el detective más famoso del mundo, como un ilustre matemático e incluso
como villano en la segunda entrega de Star Trek (en el que imponía…y mucho).
Estamos enfrente a uno de los mejores actores de nuestra actual generación y
que es posible que se convierta en un referente de la interpretación de aquí a
unos años (si no lo es considerado ya...). En “Doctor Strange”, vemos cómo el personaje
principal repite la misma fórmula que vimos con Robert Downey Jr en su cinta de
2008.
Todo el peso de la película recae sobre sus hombros y sabe desenvolverse
y manejar la película a su antojo.
El resto del reparto se ajusta a
sus respectivos papeles. El villano interpretado por Mads Mikkelsen vuelve a
ser, como ya acostumbra Marvel, a ser un personaje utilizado para engrandecer
al héroe protagonista, pero que pasará sin pena ni gloria por nuestras cabezas
cuando queramos recordar a los malos emblemáticos de este universo (si es que
los hay). No obstante, destaco por encima de este papel, el realizado por Tilda
Swinton (la cual se muestra, como ya es costumbre, sobresaliente). Pero otro
aspecto que destacaría sería la relación que tiene Strange con Rachel McAdams,
siendo sencillamente perfecta, ya que no abusa ni utiliza siquiera elementos
empalagosos para llamarnos la atención y que nos quede clara su relación amorosa.
La fotografía y todo el apartado
visual es sencillamente sobresaliente. Siendo el primer aliciente para ir al
cine y pagar lo que cuesta una entrada en 3D. Ya que “Doctor Strange” es de las
pocas películas que exprime los efectos del 3D a través del recorrido por las
dimensiones y realidades que muestra. No estamos acostumbrados a las puestas en
escena que da esta película, porque claramente no podemos comprender todo el
proceso imaginativo que ha llevado la creación de cada realidad que muestra.
Junta “Origen”,” Interstellar”,
coge los elementos más rompedores e innovadores de “Matrix”, un poco de LSD y
¡buala! Ya tienes esta película.
En términos generales “Doctor
Strange” se corona como una grandísima película que narra el origen de un
personaje de Marvel, situándose entre las 5 mejores cintas creadas por este
estudio. Una delicia visual que se merece su visionado principalmente por la
estética y la belleza visual que muestra, pero que peca de alguna que otra
payasada innecesaria. Es posible que algún espectador no encuentre mucho
sentido en los escenarios que se recrean…pero no todo lo tiene, ni tiene porqué
tenerlo.
Nota final: 8.5
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